El Siniestro “Hospital del Tórax” de Terrassa !!!!!

No voy a hacer apología de lo que fue, ni siquiera hablar de películas de “miedo”, pero os puedo asegurar que cuando fui por primera vez a rodar un video-clip para un grupo de música techno-dance holandés (“Such is live” es la cancíón, y Rank 1, el grupo) al Hospital del Tórax de Terrassa…. Me quedé acojonado!

Lo que me dijo uno de los conserjes y vigilantes del hospital de la época (que no sé cómo coño pululaba por allí todavía) era de lo más escalofriante.

– “Ves arriba del todo?”
-“Sí….”
-“Pues eso es la séptima planta.”
-“…Y….?”
-“Desde allí se tiraban los enfermos terminales de tuberculosis.”
-”AAAH!”.
-“Y caían aquí, justo donde estás tú, ahora.”
-“Coño!!!”.

Pero, ahí es ná, el intrépido sobreviviente, después de esto, nos hizo de guía particular (a las chicas de maquillaje y a mi) y nos enseñó unas cuantas alas del monstruo de cemento
construido para albergar a tantos enfermos tuberculosos de toda la geografía española de la época. Miles!

Ví muchas cosas vacías pero todas con historias, vi lo que me daba miedo: saber que aquello estuviera lleno de gente…. Y ahora vacio!… sus procedencias… sus historias… sus familias (siempre fuera del recinto. Excepto los enfermos que podían tener visitas porque su caso era favorable….). Me daba miedo pensar. Me daba miedo llegar a verlos. Imaginármelos…

Era “gracioso” ver las habitaciones con posters todavía de la época: kim Basinguer, Bo Derek. Samantha FFFFOOOOXXXX!!!!, SSSABRRRINNNNA!!!!, vamos!, todo un repertorio que a mi de pequeño me ponía bastante, claro. Pero lo que me no me ponía nada era ver las habitaciones vacías a destajo, vaya… con el pijama colgando, la cama deshecha, las ventanas golpeando, el crucifijo en la cabecera, y (repito) la churri de la época en la pared de enfrente…. Era algo delirante y nada sano.
Lo de las fotos y posters de las más tetudas de la época es de imaginar a qué se debía, pero los periódicos y revistas de la época… era más triste… -¿Qué pasaba fuera?- (sin saber si volverías…….. a subirte al tren!!!). Las chicas de vestuario y maquillaje hicieron buen uso de las revistas llevándoselas para tener buenos modelos de la época. ¿Se lo hubieran imaginado ellos?.

También vimos habitaciones destinadas a las consultas de los médicos, con sus camillas, artilugios y sus batas colgando, ya anónimas…. Tanto dolor, y todo anónimo. Pero todo cerca e identificable: revistas, batas, espejos, posters, camas, ventanas rotas, puertas abiertas e indiscretas, crucifijos, pasillos interminables, papel sucio, polvo, frio…. Y alguna FOTO…. de quien?

Realmente, y fuera de toda historia de terror, ni prejuicio extraño, eso sí que me parecía una historia espeluznante: NO SÉ PORQUÉ PERO EL HOSPITAL DEL TÓRAX FUE ABANDONADO SIN NINGÚN CRITERIO. ¿FUE LA DEJADEZ, LA ESTUPIDEZ Y LA POCA HUMANIDAD?. (me guio por lo que ví.). Porqué dejaron las habitaciones con tantos objetos personales a merced del polvo y los años. Parece como si hubieran tenido que abandonar el hospital huyendo de las bombas. ¿Por qué?

Allí estuvieron los enfermos de tuberculosis del final de nuestra “época más oscura”, y principios de la siguiente, que actualmente vuelve a ser bastante jodida. Deambular por aquellos pasillos, oir las puertas crujir, contemplar los patios vallados, el silencio espeso… y…. sobretodo bajar al sótano donde aquellas personas deseaban ver alguna cosa del exterior que les distrajera y les llenara de recuerdos y esperanza… “EL CINE!!!”. Un cine enorme en el sótano!
Joder, que sensación entrar en una sala inmensa, o eso me pareció. A oscuras, con linternas… era mayo, pero hacía frio todo el rato, insisto. Y una vez en medio de la sala imaginar, a cada bandazo de luz, que los ves allá sentados disfrutando de su película… sin saber qué será de ellos, sin saber realmente qué es de sus familias, ni lo qué les ha llevado allí… ni cómo saldrán… eso me acojonó, me hizo (perdón por la expresión) cagarme pa’dentro (difícil, verdad?)…. Pero aun aguanté un rato más.. y del miedo pasé a la tristeza. Solo eso…. Y muchas ganas de llorar. Imaginaba caras anónimas e inocentes tan grises como las butacas polvorientas.

Después de eso me tomé muy en serio todos los relatos respecto a los suicidios que nos explicó el único superviviente a aquella época en el Hospital del Torax.

 

Más tarde rodamos allí la película “OUIJA” de Juan Pedro Ortega. Allí rodamos el susto que le doy a mi amigo Nacho (Carles Olivella, es el actor) en la secuencia en la que yo (Santi) estoy poseído por Audscias!!!! Qué bueno!!!!

Se empezaban a atisbar cambios en el Hospital. En breve el tétrico Hospital del Tórax se convertiría en LA CIUDAD DE LA IMAGEN DE TERRASSA!!!!

Ahora sí que me gustaría ver las caras de todos los enfermos que iban al cine del sótano…..

¿Quién les iba a decir a ellos que allí se rodarían tantas películas?